El azul, el color de la traición.
“En la psicología de los colores, el color azul se asocia con sentimientos como
la simpatía, la armonía, la amistad y la confianza. En términos generales, el azul representa
estabilidad.”
De un
tiempo a esta parte, estamos ya acostumbrados a las rencillas internas entre
los integrantes de un partido tradicional: el Partido Liberal.
Con eso no digo, que los colorados no se
traicionen, es más diría que hasta lo hacen con más estilo y gracia.
En cambio, nuestros amigos; los azules, ya han
perdido hasta la vergüenza; incluso la originalidad, ya que antes cualquier
oportunidad aprovechan para activar sus ansias de traicionar
al correligionario.
Quiero empezar con las ultimas elecciones
municipales de Pilar, Víctor Ríos veía con miedo la posibilidad que nada más y
nada menos que el hijo del toro líder liberal (Carlos Silva) sea intendente.
Ríos no ha podido instalar ninguna figura
detrás de su liderazgo, a su sombra pareciera que nada crece, en cambio a la
sombra de Silva, dos figuras han emergido; Carlos Enrique, su hijo, y Edgar
Morell.
Podemos estar o no de acuerdo con estas dos
personas, pero no podemos obviar que ambas son referentes. El primero actual
diputado nacional y el segundo pre candidato a intendente al día de hoy.
V. Ríos se muestra ante los medios capitalinos
como el ser más democrático y conciliador, recorre el país con animo
conciliador entre sus correligionarios de otras ciudades, pero en esta ciudad
del sur, la realidad es otra.
Toda su estructura, principalmente la de la
UNP, Ahora en sintoniza con un sector de la ANR, está puesta a que el Sr.
Morell no gane, ni las internas, menos las generales.
Primero
su ánimo de no conciliación y negación de que el candidato de la otra carpa
liberal, tiene más preferencia, incluso hasta más preferencia en el electorado
no liberal.
Segundo,
y no menos importante, en vez de potenciar candidatura instalada, intenta
instalar un candidato para la división. Un candidato, que déjenme decirles es
más aburrido que el catecismo, y un idiota que no se da cuenta que está siendo
usado, un ególatra total, cuya vanidad le impide ver el ridículo que hace.
Pero
la traición ya viene desde hace tiempo,
no es de ahora solamente. Incluso algunos concejales liberales actuales, pusieron su
estructura a favor del candidato colorado.
Referentes
liberales como dos Decanos, un actual concejal, fans de las ollas populares
(hablaré de esto otro día) y el otro decano que sueña con ser Rector, hicieron
brazos caídos y advirtieron a sus funcionarios, a sus correligionarios miembros
de sus movimientos, y recomendaron (advirtieron) no trabajar por el compañero
que tenia posibilidad de ganar la general.
Hoy,
es un secreto a voces que los funcionarios universitarios, en especial de algunas
facultades y el rectorado; si o si tienen que apoyar al candidato edulcorado y
no al otro. No hay que poner en riesgo el cargo, rubro de extensión, o cualquier
rubro que se posea.
Debido
a todo esto, es difícil que una no desee que vuelvan los vientos de la intervención
universitaria, ya que por lo visto hay gente que no cambia.
La dama del Sur
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